domingo, 2 de octubre de 2016

Decálogo de Juan Madison.





"Publica y serás crucificado"
(Guillermo Cabrera Infante)



Los escritores novatos creemos saberlo todo solo por que un buen día, Tim Berners Lee, el padre de Internet,  tuvo la brillante idea de poner en marcha un proyecto para facilitar el intercambio de información entre científicos e investigadores, que años más tarde, desembocó en el gigante del que ahora todos hacemos uso: Internet.

Desde que Google ha decretado barra libre hay mucha peña escribiendo, mucha peña que ha dado el salto a la fama, (den gracias a papi-web) y mucha peña que no tiene ni puta idea.

Comenzaré aclarando que no soy escritor, sino blogger. Hay una diferencia abismal entre esos dos conceptos. Uno no es escritor hasta que el oficio se completa, de modo que es inútil auto-llamarse y auto-laurearse como escritor estando en plena formación.

El tatuaje es un centro de experimentación, (creo haberlo dicho en más de una ocasión), abierto a la crítica. Lo que acabo de afirmar es perfectamente demostrable en los archivos. De momento no se me ha caído nada porque alguien me señale un error, o varios, en el texto. Lo tengo todo muy en su sitio, (la bilirrubina bien alta, ni siquiera tomo esas pastillitas azules para papipitufos azules sin capacidad de reacción en las noches azules). Hay muchas entradas donde se me señalan faltas ortográficas, errores de estilo, incluso, un comentarista me deja en la caja de comentarios una pregunta curiosa que me hace volver sobre mis pasos y darme cuenta que había omitido información importante para la comprensión del relato (el comentarista se quejaba de no entender ciertas escenas) e incluído mucha basura irrelevante.

Gracias, señor lector, tu comentario aún permanece en la entrada como recordatorio de la importancia de la opinión de quién se ha tomado el trabajo de abrir una entrada de un autor en tránsito, autor anónimo, y dedicado unos minutos.

Decálogo para escritores en tránsito.

1. Dale tus escritos a tu mamá.

Las abielas son distintas en la crianza. Tu abuela sería incapaz de romperte el corazón, pero tu vieja... Las madres son como los borrachos, pero en una versión sobria, nunca mienten. Antes de proponerle a tu vieja que sea tu beta raider pregúntate si tu ella va a dejar de lado la cena o la compra para leer tus "perlitas". Si no estás seguro ni lo intentes.

2. Escucha con atención lo que los lectores, sean escritores o no, opinen sobre tu trabajo, y saca tus propias conclusiones (Dale por el c.u.l.o a tu ego)


3. Comparte tu trabajo con  escritores que conozcan verdaderamente el oficio.

Su opinión te ahorrará tiempo en cuanto a aprendizaje y aportará riqueza y conocimiento atiu carrera.

4. Sé un tío legal, o una tía con ovarios, y no me visites sólo para que te devuelva el favor. A mí me la sudan las visitas.

5. Ama a tus comentaristas.

A los verdaderos, esos que te leen porque realmente les gusta lo que escribes y no por no por la simple razón de cumplir.

6. No te cagues en la memoria de los muertos.

Gabo, Faulkner, Truman Capote, Hemingway, Charles Bukowski... todos esos hombres dejaron sus obras para que las disfrutemos y aprendamos de ellos)

Lee bueno.

7. Un escritor muestra su valía sobre el terreno.

Si quieres demostrar que eres un cañero, demuéstralo con una de tus paridas y no cargues contra los defensores de la buena literatura solo para chupar cámara en las redes sociales.

8. Nadie nace con el manual de estilo calzado entre las pitas piernas.

Hay mucha peña colaborando en tu formación: lectores, tu santa madre con sus ácidas críticas, tus colegas, el tipo que te lee y comparte tu relato aún sabiendo que te falta mucho para enterarte de lo que vale un peine en literatura...

Sé agradecido.

9. Que publiques en tu blog y que un montón de peña te deje sus comentarios adulatorios, en este caso, no significa que seas el escritor del año. (La sinceridad es un arma de doble filo, duele, hiere que te digan que eso que tú has escrito es una milonga, en fin, tu barco pierde agua, pero es el único modo de saber si realmente lo estás haciendo bien).

10. A quien le pica es por que ajos come.



Soy J. Madison, ha sido un placer escribir para ustedes.




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4 comentarios:

  1. Cierto, somos aprendices todos, y gracias a esas críticas constructivas crecemos.... Gracias por escribir, leer y comentar. Las adulaciones sobran si buenas palabras y opiniones... Buen comienzo de semana John.

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  2. Totalmente de acuerdo en casi todo: aunque sé lo que distingue a un buen escritor de un mal escritor, no sé muy bien lo que distingue a un blogger de un sujeto cualquier perteneciente a uno de los grupos de escritores anteriormente mencionados. La mayoría de bloggeros no somos buenos escritores, pero eso ya es otra historia... Como bien dices, ¡a aprender!
    ¡Un abrazote! ^_^

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  3. He venido nuevamente a tu sitio a husmear entre tus cosas y me encontrado con estas verdades. Comprendo todo lo que dices y lo comparto, soy uno más que escribe en un blog, desde hace poco, humildemente, lo que puede. Me vienen bien estos consejos, los agradezco. Me reconozco en muchas cosas que enumera este decálogo. Te mando un gran abrazo compañero.
    Ariel

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  4. Muy interesante, a mi me cuesta utilizar la palabra escritor, que entiendo es alguien que conoce el oficio y lo ejerce. En mi caso escribo porque me entretiene y por cierta necesidad vital que es difícil de explicar. Esta cuestión, la de la necesidad, es importante señalarla porque convierte la escritura en algo muy personal y en ese caso las opiniones, el estilo, la crítica, pasan a un segundo plano.

    Pero en fin, aquí estamos compartiéndolo todo en la blogosfera y aprendiendo los unos de los otros.

    Saludos (y esta visita no es por cumplir, jaja, me ha llamado la atención el post).

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