cuando me llamas Juan entro en los cielos
cuando me nombras, Juan, soy tu cautivo.
Cuando me dices, Juan: Juan de los muertos.
Cuando me dices Juan, Juan de mi signo
se desordena el magma de mis versos.
Cuando pronuncias: Juan, no hay más caminos
que elegir en tu nombre de altos vuelos
la majestad de levantar destinos
en órbitas lejanas. Si tu verbo,
si tu cantar de pan, tu son de vino
me invoca: "Juan, mi Juan el marinero"
a mis montes regresan los olivos,
los albatros quebrando mis silencios.
Cuando me dices Juan, Juan el marino,
cuando me llamas Juan, regreso al templo
que fundé para ti donde los hilos
del tiempo hacen posible los te quiero.
Cuando me llamas Juan, soy ese tipo
que levanta por ti mareas, reinos.
Cuando me llamas Juan, soy tu marido
en esos tentadores multiversos.
Cuando me dices, Juan, vuelvo a estar vivo,
Dios protege en sus aguas el secreto;
nuestro secreto, amor, donde existimos
en un castillo al borde del desierto,
y solo Dios conoce nuestro exilio
nuestro rito desnudos contra el miedo,
solo Dios reconoce tus vestidos
mis sombreros Fedora, mis misterios.
Solo dios sabe, Octavia, qué dedico
al borde de tus labios mientras vierto
mi seminal victoria en tu delirios.
Cuando me llamas Juan, mi Juan el marinero,
mi capitán, mi Juan el de los himnos,
soy tu escritor mercante extra terreno
y en tu fiesta de pájaros y trinos
quiero morir de amor, morir en verso.
***
Siempre fui marinero, eso lo sé.
Siempre fui del salitre y de los puertos.
El precio de encarnar es entregar
la memoria a esa red que teje el tiempo.
Siempre fui marinero, no lo dudo.
Fui un hombre del parnaso, un faenero,
un buscador de ostras, mercader
polizonte, fui carne de pesqueros.
Pero si le pregunto al corazón
en qué puerto te vi, no lo recuerdo.
No recuerdo tus senos ni tu olor,
tus ritos de sudores con mi sexo.
Lo único que tengo como dato
de esas vidas pasadas en tu reino
es este abecedario, este amor,
este sansara hermoso que tu verbo
retorna a mi saliva. Etéreo aroma,
bandoneón que guarda tus arpegios.
Ya no pregunto a Dios, extraño idilio,
qué Nautilo de dos guardó en sus templos.
Yo ya no le pregunto a mi razón
por qué este jubileo, este misterio
de pasión desbocada cuando llegas
y levantas de golpe mis requiebros
y me haces desear ser un gran tipo,
ser un hombre de bien, tu Canserbero.
Ser un hombre de bien, a mí que nunca
me ha interesado el reino de los cielos.
(Del poemario en construcción "El imperio de Octavia")
(Del poemario en construcción "El imperio de Octavia")
Me ha encato tu nuevo poema John. Subrayo aquí también estos versos de una estupenda calidad lírica:
ResponderEliminarFui un hombre del parnaso, un faenero,
un buscador de ostras, mercader
polizonte, fui carne de pesqueros.
Nos seguimos la pista aquí y en Medium, compañero y amigo.
Un abrazo enorme.
Hola Estrella.
EliminarGracias por la lectura. Aquí vamos, aprovechando el confinamiento para leer mucho y escribir. Me alegra mucho tu visita. Nos vemos en Medium, sí.
Un abrazo.
Cuidate mucho.
Me alegra saber de ti después de tanto tiempo. Disfrutar de tus letras y saber que todo sigue.
ResponderEliminarUn beso.
¡Ay mi Magaaaa!!!, tú sabes que llegué tarde al evento erótico literario que organizas en la trastienda. Bueno, no pasa nada. Para el próximo si que voy a estar.
EliminarGracias por la visita.
Cuídate mucho.
Abrazo
Qué alegría me has dado cuando te he visto de nuevo en mi rinconcito, qué sorpresa tan agradable, y que hayas vuelto a publicar después de tanto tiempo, me alegra un montón, de verdad, Madison.
ResponderEliminarSiempre fuiste marinero, navegando entre sus aguas, apasionado, un hombre que escribe con la tinta de la pasión.
No dejes de latir poesía, un placer leerte.
Un beso enorme.
Hola Maria.
EliminarPues llevaba dos años sin escribir nada de nada, bastante apartado de la literatura. A mi también me dio mucha alegría ver que todas están bien, sanas y salvas con lo que nos ha tocado con este virus traidor que se ha llevado por delante a tantas personas. Te agradezco mucho la visita. Nos vamos habla do acá en blogger.
Un abrazo grande y muchos besos.
Cuídate!!!
John, Juan, mi buen amigo... me ha alegrado mucho tu regreso, que no cese este viento que te trae y sigas
ResponderEliminarnavegando entre versos de piel. No cambies nunca.
Gracias por tu saludo... me ha alegrado mucho.
Mil besitos que te lleguen y feliz día ;)
PD.- Confío en que estés(is) bien
Hola mi Aurora linda.
EliminarMe alegra mucho encontrarnos de nuevo después de tanto tiempo. Como le dije a Maria llevaba dos años sin escribir. A veces si que he subido cosas a mi perfil en Médium, pero era contenido que yo iba moviendo del editor de blogger hacia allí, pero de nueva creación, cero. Así que ahora estoy escribiendo de nuevo u activo d blogger. Le tengo mucho cariño a esta plataforma porque aquí tengo amigas como vosotras que nos leemos desde hace ya tanto...
Me alegra saber que estas bien, que escribes mucho y que continuas en la senda literaria.
Un abrazo.
Qué alegría me has dado hoy cuando he leído tu huella en mi playa... y fue aún más grande cuando he descubierto que habías publicado despues de tanto tiempo.
ResponderEliminarJuan... en mi vida es un nombre importante también, insostituible, incondicional; así que tus letras me gustan. Y es muy bonito que para alguien tú, Juan, también seas así de especial.
Un beso, espero que estés muy bien y espero seguir leyéndote, no vuelvas a zarpar marinero!!!
¡Sí!!!!!, por tu playita anduve dándome un chapuzón. Pues gracias a dios estamos todos bien por casa. A mi también me alegra saber que estas bien. Muchos besitos y un montón de abrazos. De momento voy a estar acá en blogger con ustedes una temporadita larga. Estoy preparando también un poemario, el segundo.
EliminarAbrazo.
(Cuídate mucho)
Hola John,
ResponderEliminarQue gusto volver a leerte, y volver a encontrarte. Se te ha echado de menos, compañero. Un abrazo fuerte
Yo también a vosotros, compañero. Que bien me andas escribiendo últimamente. Sí, fui a visitarte y anduve leyendo algunas cosas que me dejaron buen sabor de boca. Me alegra saber que estas bien. Nos vamos leyendo acá en blogger.
EliminarAbrazo.
Cuídate mucho y aprovecha para escribir. Ahora hay tiempo.
¡Hola, John! ¡Cuánto tiempo! Dos portentosos poemas. El primero me recordó aquella frase que decía algo así como que "un hombre no es un hombre hasta que su nombre no es pronunciado por una mujer".
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y deseo que hayas pasado el confinamiento de la mejor manera, aunque parece que estos días extraños te han devuelto la literatura. Mejor dicho, despertado. Eso es algo que no se pierde.
¡David!!!!
EliminarQué alegría verte otra vez. Pues el confinamiento lo estoy aprovechando bien. Mucha lectura, ni te imaginas. Hacia mucho que no tenia tiempo de sobra para leer, y bueno, escribir pues ahí vamos. Preparando poemario nuevo. Tengo que ir a verte. Menudo tinglado tienes montado allí en tu casa. Me alegro mucho, te felicito otra vez por esa virtud tuya de amar de verdad la literatura y movilizar en torno a ella a tantas bloggers y es rotores.
Nos vamos viendo, man.
Abrazo.
¡Cuídate mucho!, y saca ya novela.
Me gusta la sonoridad de tus versos, casi parecen hechos para ser cantados. Recuerdo también tus fulgurantes entradas en prosa, todo el universo léxico y simbólico que a mi me parecía apabullante. Esa parte tampoco la descuides, John.
ResponderEliminarUn placer volver a tenerte por estos lares.
Abrazos.
Gracias por la visita, Gerardo.
ResponderEliminarTanto David Rubio como tú me alientan siempre a escribir. Te doy las gracias de antemano. Es un honor tenerte en en este blog aunque como autor no tenga la formación que me gustaría. Bueno, todo es cuestión de metas y de tiempo.
Abrazo.